
¿Cuantas horas pasáis cada semana viendo pelis, contándoles historias, leyéndoles libros que les gusten, hablando de cosas que a ellos les apasionen, jugando activamente, paseando por lugares que les gusten, en la naturaleza, en un museo, riendo o pintando o aprendiendo cosas nuevas con vuestros hijos? ¿Cuánto tiempo lo habéis hecho desde que nacieron?
Las horas que pasáis con los niños de forma activa construyen relaciones, construyen historias comunes, construyen aficiones, les interesan, les gustan, les emocionan, les hacen querer más.
Pasar tiempo riñendo para que se laven, ordenen su cuarto, comiendo todos sentados en la mesa obligatoriamente o haciendo extraescolares académicas o deportivas guiadas por otros o mientras observamos que hagan los deberes no cuentan, cuentan las cosas que hagáis juntos que les hagan felices y en las que estéis centrados.
Si hacéis eso desde el primer día vuestros hijos descubrirán que hay mucho conocimiento, muchos temas apasionantes, muchas artes y disciplinas que merecen ser cultivadas, que estar con vosotras es maravilloso y genial. Y necesitarán menos huir a los juegos de pantallas que tanta preocupación levantan.
Mireia Long